El verano es una de las épocas en las que los cacos hacen su agosto, y nunca mejor dicho. La marcha de las vacaciones y la ausencia de muchos de los vecinos que pueden dar la voz de alarma son el caldo de cultivo perfecto para que los ladrones entren en nuestra casa y se apoderen de nuestras pertenencias, con el disgusto y perjuicio que esto representa para nuestra economía y serenidad. Un robo en tu domicilio no se limita solo a la pérdida de nuestros objetos de valor, también representa un quebrantamiento de nuestra libertad e intimidad, de nuestra fortaleza que creíamos inexpugnable, y pone en riesgo nuestra seguridad. A veces las consecuencias psicológicas que trae consigo un robo en un domicilio, aunque no se esté presente en el momento del allanamiento, son peores que las materiales: ansiedad, temor a que vuelva a ocurrir, insomnio…. Hoy hablamos en el blog de ShBarcelona de la instalación de una alarma en el domicilio, una manera efectiva de protegernos.
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Protección frente a lo desconocido
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Los motivos por los que decidimos poner una alarma en nuestro domicilio son múltiples, pero sin duda la base de todos ellos es la protección. Es habitual que las personas que disponen de más objetos de valor en sus viviendas dispongan de un sistema de alarma para protegerlas. También las personas importantes o influyentes tienen sistemas de protección, ya no solo de sus pertenencias, sino también por su propia seguridad. Pero, si bien es cierto que alguien que tiene muchas cosas de valor parece el candidato perfecto para ser robado, la mayoría disponemos de objetos golosos para ser vendidos en el mercado negro y que, ante la falta de seguridad que se encuentran muchos ladrones experimentados, los convierte en mucho más rentables y fáciles de robar. Existen varias formas de proteger tu casa de intrusos: los más conocidos son los sistemas de alarmas habituales que proporcionan empresas como Securitas Direct o Prosegur, entre otras. Estas empresas instalan diferentes sistemas de protección con elementos de detección más o menos complejos, dependiendo del precio. Estos sistemas están conectados a una central y a la policía y, en caso de saltar la señal de intrusión, la central avisa al propietario y, si este no responde o no se encuentra en el domicilio, la policía se desplaza para hacer una inspección ocular o, de ser necesario, acceder a la vivienda. Este servicio tiene un coste regular, generalmente mensual.
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Existen, a su vez, otros sistemas de detección que no llevan consigo cuotas mensuales, aunque tampoco están conectados a la policía. Se tratan de sistemas autónomos que avisan al propietario cuando salta la alarma. Pueden auto instalarse de forma sencilla y, generalmente, son más económicos. Pueden comprarse en grandes almacenes y existen infinidad de modelos y sistemas de detección. Desde aparatos que avisan al propietario y emiten una señal sonora, hasta complejos sistemas de seguridad que incluyen cámaras de visión nocturna que se conectan y desconectan desde el móvil. La efectividad y complejidad dependerán inevitablemente del precio y las necesidades de cada usuario.
¿Tienes algún sistema de alarmas en casa? ¿Nos recomiendas alguno?
Efectivamente, disponer de una alarma de seguridad resulta beneficioso, tanto si se trata de un domicilio particular, como en el caso de una empresa. Uno nunca sabe cuando puede ser victima de una tentativa de robo. Estar preparado para afrontar estas situaciones y ofrecer un buen grado de disuasión resulta prioritario.