Se habla mucho de la figura del emprendedor y de la importancia de poseer la capacidad de emprender en esta época de crisis, pero lo que nadie nos dice es que no todo el mundo sirve para eso de “emprender”. Poner en marcha una empresa con cierto riesgo, una idea innovadora u original, un capital que hay que saber distribuir de la forma correcta y con una estrategia bien establecida para que se convierta en un negocio próspero, exige de muchas cualidades que, en un inicio, debe concentrar una misma persona y que no son fáciles de reunir. Desde ShBarcelona os listamos algunas de las cualidades que, según nuestro criterio, son fundamentales en el perfil de un emprendedor exitoso. Si has decidido crear una nueva empresa y crees que andas un poco “cojo” en alguna de estas cualidades, es el momento de empezar a trabajar en esas debilidades y convertirlas en fortalezas…
-Ser creativo/a y tener visión de negocio a corto, medio y largo plazo para detectar la necesidad del mercado que debe ser “cubierta”.
-Contar con los recursos y el capital necesarios y tener un buen plan empresarial
-Ser idealista pero sincero con uno mismo, no encapricharse de una idea, ser flexible, adaptable y abierto a sugerencias de expertos y posibles cambios de rumbo, incluso a dar un giro de 180° a la idea inicial.
-Tener capacidad de tomar riesgos, ser comprometido con la idea y ser perseverante y paciente, las cosas requieren de tiempo para construirlas, los beneficios no van a llegar de forma inmediata.
-Poseer un alto nivel de competencia técnica en el sector en el que se mueva para poder ser competitivo.
-Ser comunicativo/a y tener capacidad de liderazgo para poder transmitir claramente tu idea y el rumbo que debe tomar la empresa en cada momento, tanto de cara a tu equipo como de cara a posibles clientes.
-Tener buenos contactos y estar bien asesorado.
-Ser muy optimista, seguro de sí mismo, intuitivo para anticiparse y resolutivo ante posibles problemas que puedan surgir.
-Ser consciente de las limitaciones de la idea o de uno mismo y afrontarlas para resolverlas.
–Saber delegar y trabajar en equipo, confiar en los que se involucren en el proyecto.
–Aprovechar la oportunidad más allá de los recursos disponibles, esta es la diferencia básica entre un ejecutivo de empresa y un emprendedor (como se suele decir, “en un gran desierto alguien vio Las Vegas”).
-Debe ser una persona madura emocionalmente, con sentido ético y mucha capacidad de trabajo.
Si crees que posees todas estas cualidades personales y profesionales no dudes que puedes convertirte en un buen emprendedor, con un negocio exitoso y próspero.
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