La Casa de les Punxes

Es uno de los edificios más reconocibles y emblemáticos de Barcelona. Situado en la confluencia de la Avenida Diagonal y la calle Roselló, es conocida como La Casa de les Punxes por las agujas que coronan las torres. Construida en 1905, por el arquitecto Puig i Cadafalch, se abre por primera vez al público en sus más de 100 años de historia, por eso desde ShBarcelona queremos darte algunas de las claves sobre la importancia de la Casa Terrades (su verdadero nombre) como uno de los monumentos imprescindibles de la ciudad de Barcelona.

La Casa de les Punxes

Como te decíamos, la casa es creación del famoso arquitecto modernista Puig i Cadafalch, que junto a Antoni Gaudí y Domenech i Muntaner, forman la tríada más importante de arquitectos de ese movimiento artístico. La casa fue construida a petición de la familia Terrades, una familia de la burguesía catalana. Cadafalch, ideó la casa, como un tributo a la Leyenda popular de Sant Jordi, una de las leyendas que más arraigo tienen en Cataluña y configuró el edificio como una revisitación de los edificios medievales de carácter gótico, con cierta inspiración al castillo de Neuschwanstein, del rey Luis de Baviera. Se cree que esto parte de la fama de Wagner en el entorno de la burguesía catalana.

Mucha de la decoración que podemos ver en las diferentes fachadas del edificio, uno de los pocos que tiene paredes a cuatro vientos, tiene relación con los nombres de los miembros de la familia Terrades. Así, en una de las fachadas encontramos elementos decorativos, a cargo del escultor Enric Monserdà, que tienen como pieza principal un ángel, que evoca a Ángela Terrades, propietaria del edificio.

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Otro de los elementos son los florales, que añadidos a un calendario, un reloj de sol y las cuatro figuras del zodíaco que simbolizan las cuatro estaciones Capricornio (invierno), con unos cuernos que simbolizan la caza; Aries (primavera), rodeado de flores; Libra (otoño), con las uvas, y Cáncer (verano), dentro del agua; se suman a la vara florida, símbolo de San José y que alude a otra de las  propietarias, Josefa Terradas.

Un jarrón de rosas, con las siglas RTB y otro panel que simboliza a una joven rodeada de rosas, alude a Rosa Terrades, la tercera de las mujeres propietarias de la casa.

Uno de los elementos más reseñables y espectaculares es el mosaico que dibuja la figura de Sant Jordi, matando al dragón y con la leyenda: “San Jordi, patrón de Cataluña, devolvednos la libertad”.

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Las decoraciones escultóricas y el forjado de hierro de las verjas y demás elementos de hierro, y las vidrieras, fueron realizados por algunos de los mejores artistas y talleres de forja de Cataluña, como fueron Enric Monserdà, Alfons Jujol, el Taller Amigó o Manuel Ballarín.

El edificio fue declarado monumento histórico nacional en 1976 y desde este verano ha entrado en la Ruta del Modernismo, una ruta turística que busca dar una visión amplia sobre el modernismo en Barcelona.

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