En Born es uno de los barrios más cosmopolitas y culturales de la Ciudad Condal. Se ha convertido en refugio de bohemios y jóvenes de clase alta de la capital catalana, pero también es una de las zonas más antiguas de la ciudad y, por tanto, cuenta en una vasta historia en la que tienen cabida multitud de circunstancias, algunas de ellas de lo más siniestro.
Hoy, en este artículo de ShBarcelona os hablamos de algunas historias de terror y miedo que han acontecido en el barrio del Born y otras zonas de Ciutat Vella a lo largo de la historia. Os aconsejamos leer el artículo con la luz encendida.
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Tabla de contenidos
Miedo y horror en el Born y Ciutat Vella
Antiguo convento de Santa Caterina, Satanás y misas negras
Situado dentro del actual mercado de Santa Caterina, en el siglo XIII se erigió el convento dominico de Santa Caterina aunque posteriormente se derribó.
En él se hallaba enterrado el santo local Ramon de Penyafort, en un túmulo rodeado de tierra de la que se decía que tenía la particularidad de obrar milagros. Por ese motivo, los feligreses solían llevársela a puñados, o incluso ingerirla diluida en agua.
Se decía que satanás, cuando visitaba barcelona, siempre venía aquí, lo cual no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que los dominicos eran precisamente los que tenían a su cargo el santo tribunal de la inquisición.
Tal vez fuera debido al hecho de que se consideraba que el convento de Santa Caterina era un centro de reunión de brujos y brujas y que, al filo de la medianoche, se celebraban en él misas negras en las que se invocaba al diablo.
La vampira de Ciutat Vella
Enriqueta Martí sembró de horror la Barcelona de 1912. Secuestraba, prostituía y asesinaba a niños para extraerles la sangre, las grasas y el tuétano de los huesos y elaborar pócimas que sus clientes consideraban mágicas.
Tras el nombre de Enriqueta Martí se esconde una de las personalidades criminales más feroces de la historia negra de España.
Secuestradora, prostituta, alcahueta, falsificadora, corruptora de menores, pederasta, bruja y asesina son algunas de las actividades que ejerció durante su vida esa mujer a la que el pueblo de Barcelona bautizó como “la Vampira del Carrer Ponent”.
Pócimas en el Carrer del Carme
En la confluencia de calle Picalquers con calle del Carme existió, a principios del s. XX , una de las tiendas de hechizos más famosas de Barcelona. Entre su clientela figuraban brujos, médicos y farmacéuticos.
La tienda estaba especializada en excrementos de animales, muy utilizados en la elaboración de remedios y pociones. La caca de gato era muy apreciada.
También tenían un buen surtido de huesos de condenados (las falangetas de ahorcados se vendían a muy buen precio como amuletos), y grasa de manos amputadas que servía para elaborar ungüentos mágicos que curaban la tisis y otras enfermedades terminales, así como para fabricar velas que tenían poderes como por ejemplo para descubrir tesoros ocultos y mientras estaban encendidas producían un extraño sopor a los que estaban cerca, exceptuando al que la utilizaba.
Por este motivo los ladrones utilizaban estas velas para encenderlas en las casas a las que entraban y asegurarse de que, por mucho ruido que hicieran, no serían descubiertos.
¿Conoces alguna otra historia de miedo en Ciutat Vella?
En cada rincón medieval de nuestras ciudades asoma una historia de horror no contada, las tuyas solo nos dejan intuir las miserias de aquellos tiempos. Muy bueno.