En todos los lugares del mundo existen leyendas que han perdurado a lo largo del tiempo hasta convertirse en relatos populares de conocimiento para todos los habitantes de la región, traspasándose de generación en generación y que han construido la cultura popular del territorio. Estas leyendas se suelen situar de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, por lo que se las confiere cierta singularidad y las convierte en relatos admirados por todos. Desde ShBarcelona, hemos querido repasar las leyendas más características y típicas de la región de Cataluña para que conozcas más sobre la historia de estas narraciones populares, y te traemos varias de las más conocidas leyendas catalanas de la historia.
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Tabla de contenidos
El Timbaler del Bruc
Esta leyenda se formó a partir de los hechos históricos ocurridos en el año 1808 durante la Guerra de la Independencia que enfrentó a las potencias aliadas de España, Reino Unido y Portugal contra el Primer Imperio francés. Esta leyenda cuenta la aventura que vivió Isidre Lluçà, nacido en Santpedor al que, debido a su corta edad, no se le permitió ir a la guerra a combatir a los franceses en la batalla. Haciendo caso omiso, Isidre, más conocido como Isidret por la gente del pueblo, se escapó y se dirigió a la batalla solo armado con un tambor que utilizaban para celebrar la Semana Santa. Ya en el Bruc, donde tuvo lugar la batalla, y cerca de las montañas de Montserrat, Isidret comenzó a tocar el tambor con todas sus fuerzas una y otra vez, viendo como el sonido se multiplicaba a causa de la resonancia que proporcionaban las montañas, haciendo que pareciera el sonido de un gran ejército, cosa que confundió a los soldados franceses que, creyéndose en inferioridad, comenzaron su retirada hacia Barcelona. Se dice que esta victoria en la batalla del Bruc fue de gran importancia para vencer en la guerra, y dice la leyenda que gracias al timbaler del Bruc, Catalunya no pertenece a los franceses a día de hoy.
El Clot de L’Infern
Esta leyenda medieval cuenta que había un caballero anciano que había vivido toda su vida obsesionado con sus posesiones, en especial con sus monedas de oro, y que jamás había compartido nada, hasta el hecho de querer conservarlas incluso después de su muerte. Para ello, el caballero cavó un agujero al lado de la tumba que había cavado para el momento de su muerte con el fin de esconder allí su preciado tesoro una vez fallecido. Cuenta la leyenda que una noche el caballero salió al bosque para esconder sus monedas de oro, pero debido a su estado de salud y el extremo frío de la noche, este cayó enfermo, muriendo a los pocos días. No tenía descendencia directa, aunque era el padrino de una niña llamada Bepa, a la que un día por su cumpleaños le regaló una moneda de oro y que, tras su muerte, heredó la vivienda y tierras de este. A pesar de que se habló mucho sobre el tesoro del anciano caballero, nadie nunca pudo encontrarlo. Cada luna nueva a media noche, desde que muriese el caballero, se escuchaban el sonido de cadenas proviniente de la tumba del viejo, dándole la población el nombre de El Clot de l’Infern. Un día el espectro del anciano fallecido se le apareció a Bepa, y le dijo que gracias a la moneda que le dio en su día no fue al infierno, pero que había sido condenado a vagar por el Inframundo hasta que su tesoro fuese repartido entre los pobres. Con la ayuda de Bepa, el tesoro fue encontrado y repartido, permitiendo al anciano caballero descansar en paz.
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La Leyenda de las Cuatro Barras
La leyenda de las cuatro barras nos explica el origen de la senyera, la bandera de Cataluña. Esta leyenda tiene como protagonista a Guifré el Pilós, antiguo Conde de Barcelona en el siglo IX, que fue herido de muerte en batalla contra los normandos a las órdenes de Carlomagno. Estando tumbado en la tienda esperando su muerte, Carlomagno tomó de la mano a Guifré y la guió hacia la fatídica herida, tiñendo los dedos de sangre y, acto seguido, pasó la mano de Guifré el Pilós de arriba a bajo de su escudo dorado, dejando marcadas cuatro barras rojizas en el fondo amarillento del escudo, dando así origen a la que es hoy en día la bandera de Cataluña.
*Imagen destacada de: Fèlix González vía VisualHunt
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