La Semana Santa es una semana muy importante en el calendario cristiano, pero Cataluña es tradicionalmente menos religiosa que otras regiones de España, especialmente el sur, donde se vive con muchísima más intensidad y emoción. Aunque esta sea la realidad, existen varias tradiciones catalanas en la Semana Santa que se han ido consolidando con el paso del tiempo y ShBarcelona quiere compartirlas contigo.
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Ritos y costumbres religiosas
El día más importante y significativo de la Semana Santa en Cataluña es el Domingo de Ramos, día en que se llevan a cabo los primeros actos litúrgicos de la Semana Santa en múltiples parroquias. En el casco antiguo de Barcelona (distrito de Ciutat Vella) se celebra un desfile conocido como “La Burreta” o “El Paso de la Borriquita” para conmemorar la llegada de Jesús a Jerusalén encima de un burro. Hay un desfile de carrozas y participantes disfrazados que recorren las calles del distrito y numerosas ferias donde se venden hojas de palma blanca para bendecir y celebrar la llegada de Jesús. También se distribuyen los típicos ramos de olivo que suelen colgarse en las puertas de las casas, según dice la tradición, para proteger de los malos espíritus y las brujas.
Otra de las tradiciones catalanas en la Semana Santa son las representaciones de la Pasión de Cristo, que se llevan a cabo en numerosos teatros municipales. Las más renombradas se representan en Ulldecona (Tarragona), Cervera (Lleida), Tàrrega (Lleida), Esparreguera (Barcelona) y Olesa de Montserrat (Barcelona). En cuanto a desfiles, las procesiones más espectaculares en Cataluña son la de Armats de Tarragona y la de los Manaires de Girona, que este año cumplen 75 años de tradición.
Entre las procesiones más populares y tradicionales en Cataluña destacan la “Procesión del Silencio” de Badalona, que es una de las más antiguas, la “Procesión de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder” y “María de la Esperanza Macarena” de Barcelona y la arraigada “Procesión 15 + 1” de l’Hospitalet de Llobregat. Entre las celebraciones nocturnas de la Semana Santa en Cataluña predomina el espectacular “Vía Crucis Viviente” que se representa cada Viernes Santo desde hace más de tres siglos en el municipio de Sant Hilari Sacalm (Girona).
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Tradiciones gastronómicas
Durante la celebración de la Semana Santa en Cataluña, hay que incluir algunos dulces y postres tradicionales que han ido pasando de generación en generación por todos los pueblos y ciudades de las tierras catalanas.
Son muy típicos los bunyols (buñuelos), una masa de harina que se fríe en abundante aceite. En Cataluña se consumen durante la Cuaresma y reciben algunas variaciones, tanto en la forma de denominarlos como en los ingredientes, dependiendo de la región. Los más famosos son los de viento, los de crema y los llamados bunyols del Ampurdán, en Girona. En Cadaqués reciben el nombre de crespells, en Lleida están los panadons (dulces y salados que incluyen pasas y piñones en el relleno) y en Pallars están los pascaions (una especie de crespells). Sea cual sea la variante, es sencillo encontrar miles de recetas por internet.
Pero en las regiones catalanas el dulce estrella es la mona de Pascua, que es de uso generalizado por toda Cataluña. Hace ya muchos años, las monas eran simples bollos de harina, huevo y azúcar, con uno o varios huevos duros incrustados en la superficie. Pero a partir del siglo XIX fueron abandonando la forma tradicional y los huevos duros se fueron reemplazando por otros de chocolate. También se comenzaron a adornar y a llenar con figuritas de todo tipo (de dibujos animados, jugadores de futbol, personajes de cuentos o cómics, etc.). Durante los días previos a la Semana Santa es común ver espectaculares creaciones elaboradas con chocolate en los escaparates de las pastelerías.
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