Si vives en España oirás frecuentemente la expresión “tomar un vermú” (o vermut). Esta acción engloba normalmente ir a un bar a tomarse una bebida aderezada con un aperitivo, es decir, algo para picar; unas olivas, unas patatas fritas o unas tapas, sobre todo los domingos antes de comer. Pero la palabra vermú realmente hace referencia a la bebida alcohólica que suele tomarse en este acto social sagrado. Se trata de un licor suave elaborado a base de vino blanco, ajenjo y otras sustancias amargas. Hoy, en este artículo de ShBarcelona os hablamos de los mejores bares de vermuts de la capital catalana.
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Los mejores bares de vermut en Barcelona
Los hay de dos tipos, el blanco y el rojo, y se sirve con una aceituna pinchada en un palillo sumergida en el líquido y una rodajita de naranja o de limón, a veces mezclado con sifón. Lo más habitual durante el día es pedir un vermú rojo con hielo. Si estás pasando una temporada en Barcelona alojado en uno de nuestros apartamentos en alquiler seguro que ya estás familiarizado con este dulce brebaje, pero si aún eres un novato, aquí va una lista de los sitios más recomendables para probar un buen vermú… ¡Toma nota! Quimet & Quimet: el dueño de esta bodega, Quim Pérez, ha logrado que la tradición no se pierda en este local que abrió en 1914 (¡cuánto ha cambiado Barcelona desde entonces!) introduciendo elementos innovadores en sus tapas. Acompañándolas podrás tomarte uno de los mejores vermús de la Ciudad Condal. C/Poeta Cabanyes, 25. Morro Fi: un pequeño bar situado justo en el chaflán de la calle Comte Borrell con Consell de Cent, que tiene su propia marca de vermú casero elaborado con una receta “secreta”. Si vas un domingo con todos tus amigos no esperes encontrar una mesa libre, pero no pierdas la ocasión de degustar su vermú aunque sea de pie en la barra. C/Consell de Cent, 171. Bodega d’en Rafel: en este local “de toda la vida” el propio Rafel te servirá el vermú en un vaso de tubo al que, si gustas, podrás añadir sifón. Aunque es un bar espacioso está siempre lleno de la clientela más variopinta y, como dice su dueño, “aquí no se reservan mesas” ¡quien llega se sienta! Sin duda, un lugar con un encanto especial. C/Manso, 52.
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Bodegueta Cal Pep: esta bodega situada en el barrio de Sants, un distrito residencial y de ambiente familiar, mantiene la decoración y el concepto tradicional de bodega a la que acuden (casi) solamente clientes autóctonos. Los sifones antiguos y botellas de cristal vacías en las estanterías añaden autenticidad al lugar. C/Canalejas, 12. El Xampanyet: es uno de los bares más conocidos de Barcelona por su céntrica situación en el barrio del Born, y es muy conocido por su vino gaseoso (xampanyet), por sus anchoas, por sus típicas mesas de mármol en las que es muy difícil encontrar sitio y, como no, por su vermú. Con una decoración auténtica y tradicional. C/Montcada, 22. Bodega Saltó: después del Quimet & Quimet, volvemos al Poble Sec para visitar esta bodega reconvertida en bar y sala de conciertos, que sigue repleta de las antiguas barricas de madera con un toque muy peculiar aportado por muñecos y figuras de aire teatral. C/Blesa, 36. La Vermuteria del Tano o Can Miseria: una pequeña bodega abierta desde 1927 y que sigue aún sin tener un nombre oficial. Algunos le llaman El Tano por el nombre de su dueño (Tano o Antonio), y otros Can Miseria, pero lo que todos saben es que sirve unas aceitunas rellenas y un pulpo en aceite buenísimos, acompañados de un dulce vermú. C/Bruniquer, 30.
¿Has visitado algunos de estos bares? ¿Qué te han parecido?
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